Playas Paradisíacas y Restaurantes Junto al Mar
Alojarse en Sa Clau, San Antonio, durante tu viaje a Ibiza tiene muchas ventajas: este hotel ibicenco cuenta con relajantes vistas al mar, una ubicación ideal en el centro de la vibrante ciudad y, por supuesto, una increíble variedad de playas ibicencas en sus alrededores. Si bien Sa Clau, con sus 34 tranquilas habitaciones, es un santuario de paz en medio del ajetreo veraniego, recomendamos aventurarse más allá de sus muros para explorar la impactante naturaleza que rodea la isla. La buena noticia es que no hace falta ir muy lejos para disfrutar de la belleza y la hospitalidad que caracterizan a Ibiza.
Cala Gració
La primera opción en su lista de playas ibicencas debería ser Cala Gració, una amplia y popular cala a las afueras de San Antonio. Para llegar a ella, de un relajado paseo de 30 minutos por la franja de la puesta de sol, o súbase a un taxi y estará a sólo cinco minutos en coche desde el hotel. Bendecida con aguas cristalinas y arena dorada, esta playa es adorada por todos, los lugareños, los que buscan el sol, las familias y también las parejas. Ahora hay aún más razones para visitarla gracias al relajado restaurante de playa Gració, que sirve deliciosa comida y platos para compartir, refrescantes cócteles y bebidas helada. Lo mejor de todo esto, es que puedes pedirlo desde la tumbona. Piensa en croquetas crujientes, fabulosos tacos de pescado junto con mojitos frescos y jarras efervescentes de sangría. La felicidad de estar de vacaciones, aquí es rebosante.
Cala Gracioneta
El ambiente relajado continúa en la playa vecina: Cala Gracioneta. Una pequeña y resplandeciente playa ibicenca con mucha personalidad que desafía su diminuto tamaño. Uno de los lugares favoritos de los DJs más famosos de la isla, esta pequeña playa también alberga el Chiringuito de Cala Gracioneta, un romántico restaurante al aire libre que se extiende por una serie de terrazas construidas en la roca circundante. Famoso por sus platos de productos locales frescos cocinados a la parrilla. Podrás degustar filetes, pollo de corral y un tierno pulpo, ahumado a la perfección. Si a esto le añadimos unos magníficos cócteles, postres deliciosos y un ambiente romántico, el resultado es una experiencia gastronómica inolvidable, ya sea sentado en el restaurante o recostado en una tumbona de lujo. La elección es vuestra.